COMUNIDAD MICROCRÉDITO: “Es importante saber cómo un pueblo se imagina, recuerda y construye”

Su apellido se presta a jugar con las palabras, no somos originales en eso, por un momento nos imaginamos del otro lado y pensamos qué pasa con quien lo porta. Llamarse Talento pudo haber sido una carga para el fundador del Circuito Cultural Barracas pero a poco que uno lo conoce se da cuenta que su trayectoria no hace más que confirmar que le sienta a la medida.

Actor, director y dramaturgo, Ricardo Talento, sabe que el presente del Circuito se sustenta en los hechos del pasado, en una lucha permanente para mantener un proyecto a lo largo de los años. “Las identidades seconstruyen día a día”, nos dice en un momento de la charla y se nos ocurre una buena definición para comenzar la nota.

En 1987 dirigía el grupo teatral Los Calandracas, de aquel entonces le quedan muchos recuerdos, que comparte con Corina Busquiazo, otra integrante de ese elenco y puntal del Circuito, que como organización se remonta al año 1996, aunque es en el 2001 cuando se constituye como Asociación Civil.

 “El Circuito Cultural Barracas – nos explica – no es un centro cultural. Acá no se ofrecen talleres para que alguien se anote haga el curso  y se vaya. No es un toco y me voy porque de eso esta lleno Buenos Aires, no debe haber porteño que no haya hecho algún curso en su vida. Nosotros invitamos a quienes se acercan a integrarse al proyecto. A formar parte. Pretendemos transmitir, sí, saberes,  pero desde otro concepto, por eso los llamamos talleres de integración”.

Comprobamos lo que dice Talento apenas comenzamos a dialogar con los vecinos. Ricardo nos invita a recorrer las instalaciones y cuenta que detrás de lo que vemos esta la mano de quienes colaboraron para construir un espacio físico particular. Un gran galpón que respira arte pero también solidaridad y participación.

“Nos es fácil sustentar el proyecto. Hay que visualizar la autogestión, darse cuenta de lo importante de lo colectivo. Muchas veces hay que afrontar un costo económico que parece enorme visto desde lo individual pero después nos damos cuenta que no es tal si lo enfrentamos entre todos”.

Y sabe de luchas. Como la del 2012 cuando estuvieron a punto de perder el local porque no podían solventar el alquiler. No bajaron los brazos y presentaron sus obras en el Centro Metropolitano de Diseño, primero, y en el Centro Zamorano, después.

“Conseguir recursos lleva su tiempo. Logramos volver a este lugar pero el tema del alquiler es siempre una amenaza latente. Recibimos aportes de distintos lugares. Desde el Estado Nacional y del Gobierno de la Ciudad. La empresa Telecom nos da un mecenazgo y los Amigos del Circuito una contribución mensual. Lo que deja la boletería también ayuda mucho. Para nosotros fueron importantes los fondos de microcrèditos que llegaron desde la CONAMI  porque , entre otras cosas, nos permitieron ayudar a compañeros de la Red de Teatros Comunitarios. Estamos ahora mismo a la espera de un refondeo. “

Le pedimos para terminar una definición del Circuito y del momento que vive el país.

“Este es un espacio de reflexión y a la vez un lugar de pertenencia. La posibilidad creativa es un don de todos y es bueno incentivar la creatividad. Es clave que el vecino se sienta protagonista, en el sentido amplio de la palabra. Estamos en un momento para discutir en serio sobre nuestra realidad y la de Latinoamérica. En el 2015 queremos discutir los ejes de nuestro pensamiento porque hay una batalla cultural para dar. Es importante saber cómo un pueblo se imagina, recuerda y construye”.